La Ley
comenzó su trayectoria profesional a fines de los tumultuosos años 80 en Chile, una época de absoluta ebullición creativa en toda Latinoamérica.
En aquellos días, la banda manejaba el formato de quinteto, con los hasta hoy miembros Cuevas y Clavería, más Andrés Bobe en guitarra, Luciano Rojas en bajo y Rodrigo Aboitiz –quien se alejaría del grupo poco tiempo después- en teclados.
Juntos graban "Desiertos" (1989), placa editada en forma independiente y actual objeto de culto para los más antiguos seguidores del combo.
Pero no sería sino hasta el lanzamiento de "Doble Opuesto" (1991) – producción que marcó una suerte de ‘debut oficial’ del clan- que La Ley se afianzaría como una propuesta seria ante los muchas veces descreídos ojos de la prensa chilena. El álbum incluía la rítmica Prisioneros de la Piel y un delicado cover de un himno de los Rolling Stones, Angie, que se había lanzado como single aún antes de la salida del LP.
El éxito de "Doble Opuesto" le permite a la banda subir uno de sus principales escalones en sus inicios: son invitados a participar del célebre Festival de Viña del Mar, uno de los eventos de mayor relevancia musical en Latinoamérica.
En 1993, el grupo edita La Ley, disco con el que comienza a ganar territorio en su proyección internacional, fundamentalmente en México. Siempre fieles a mantener el concepto de una imagen vanguardista, realizan para acompañar el lanzamiento de la placa dos videos con una poderosa estética: Auto-Ruta (realizado en Miami y cuyas imágenes sorprendieron por su audacia para la época), y Tejedores de Ilusión, que resultó nominado en la categoría de Mejor Video Latino en la cadena MTV.
A comienzos de 1994, La Ley se había ganado ya un espacio propio en Latinoamérica: crecían las presentaciones, surgían nuevas giras y la banda se preparaba con fuerza para entrar a grabar el que sería su siguiente trabajo de estudio.
No obstante, la adversidad iba a tocar el destino del grupo, y en abril perdería la vida Bobe, luego de un concierto a beneficio en la capital chilena. El duro golpe sacude los cimientos de La Ley, que ante el dolor opta por continuar ejerciendo la pasión que los había unido desde el primer día con Andrés: la música.
Para ello, Cuevas, Clavería y Rojas invitan nuevamente a Aboitiz a formar parte de la banda, y convocan también a un guitarrista largamente elogiado por La Ley, Pedro Frugone, quien se incorporaría de inmediato y formaría parte activa de la grabación de la siguiente placa, "Invisible" (1995), realizada en Los Angeles, con el reconocido Humberto Gatica como productor.
El disco es un instantáneo éxito –sólo en México vende en los primeros meses 400 mil copias- y uno de los trabajos más logrados de los chilenos. El larga duración agrupa canciones que se volverían clásicos incondicionales, como Animal, Día Cero y El Duelo, y que coronarían a Cuevas como letrista-poeta, que a menudo expresa con claridad y profunda belleza sus sentimientos sobre la paz, el amor, las relaciones, la espiritualidad o los complicados caminos de la humanidad.
El sucesor del exitoso "Invisible" fue "Vértigo" (1998), grabado en Nueva York, un disco que marcó tendencia dentro del rock en español por su concepto futurista. El advenimiento de "Vertigo" trajo consigo la partida definitiva de Aboitiz de la banda, y poco después, en medio del tour de presentación, la de Luciano Rojas. Las deserciones convierten a La Ley en el trío que, una vez más, fortalecido ante las contrariedades, conquistará el éxito definitivo de la mano de Cuevas, Clavería y Frugone.
Más sólida que nunca, la banda recibe el 2000 con el lanzamiento de "Uno", placa concebida entre Montreal, Canadá, y Los Angeles, y que demuestra la madurez de los tres músicos a nivel artístico. Las melodías adquieren en "Uno" (Aquí, Fuera de mí, Paraíso) una innegable calidad instrumental.
Finalmente, el 2001 sería el año de consolidación de la banda en Estados Unidos. Los estudios Disney los convocan para registrar –en español y en inglés- Siempre (o Everytime), tema central del filme Crazy/Beautiful, y la cadena MTV los invita a participar de su célebre ciclo de conciertos acústicos Unplugged, que se graba en vivo en Miami a fines de junio de ese año, nuevamente bajo la producción de Humberto Gatica y contando con la mexicana Ely Guerra como invitada para una exquisita versión de El Duelo.
Con aires místicos, íntimos, "La Ley Unplugged" es una travesía al corazón de la banda.La fuerte repercusión de la placa lleva al grupo nuevamente en un intenso tour –al que bautizan “Gira por la paz”- por toda América y España, y se presentan en eventos como el "Cacaracas Pop Festival", en el que actúan también Alanis Morissette y No Doubt.
Su penúltima placa de estudio, "Libertad", grabada bajo la producción de Humberto Gatica y KC Porter es un álbum que retoma el espíritu más poderoso del grupo y resucita –con letras intensas e instrumentos bien al frente- la idea de una banda de rock.
Historia e histeria es su ultimo album que incluye los grandes exitos de sus 15 años de carrera. Su primer corte "Mirate" es un tema que invita a la reflexión, de despertar de uno mismo y pensar que las cosas que ocurren en el mundo uno puede involucrarse y cambiarlas.
En aquellos días, la banda manejaba el formato de quinteto, con los hasta hoy miembros Cuevas y Clavería, más Andrés Bobe en guitarra, Luciano Rojas en bajo y Rodrigo Aboitiz –quien se alejaría del grupo poco tiempo después- en teclados.
Juntos graban "Desiertos" (1989), placa editada en forma independiente y actual objeto de culto para los más antiguos seguidores del combo.
Pero no sería sino hasta el lanzamiento de "Doble Opuesto" (1991) – producción que marcó una suerte de ‘debut oficial’ del clan- que La Ley se afianzaría como una propuesta seria ante los muchas veces descreídos ojos de la prensa chilena. El álbum incluía la rítmica Prisioneros de la Piel y un delicado cover de un himno de los Rolling Stones, Angie, que se había lanzado como single aún antes de la salida del LP.
El éxito de "Doble Opuesto" le permite a la banda subir uno de sus principales escalones en sus inicios: son invitados a participar del célebre Festival de Viña del Mar, uno de los eventos de mayor relevancia musical en Latinoamérica.
En 1993, el grupo edita La Ley, disco con el que comienza a ganar territorio en su proyección internacional, fundamentalmente en México. Siempre fieles a mantener el concepto de una imagen vanguardista, realizan para acompañar el lanzamiento de la placa dos videos con una poderosa estética: Auto-Ruta (realizado en Miami y cuyas imágenes sorprendieron por su audacia para la época), y Tejedores de Ilusión, que resultó nominado en la categoría de Mejor Video Latino en la cadena MTV.
A comienzos de 1994, La Ley se había ganado ya un espacio propio en Latinoamérica: crecían las presentaciones, surgían nuevas giras y la banda se preparaba con fuerza para entrar a grabar el que sería su siguiente trabajo de estudio.
No obstante, la adversidad iba a tocar el destino del grupo, y en abril perdería la vida Bobe, luego de un concierto a beneficio en la capital chilena. El duro golpe sacude los cimientos de La Ley, que ante el dolor opta por continuar ejerciendo la pasión que los había unido desde el primer día con Andrés: la música.
Para ello, Cuevas, Clavería y Rojas invitan nuevamente a Aboitiz a formar parte de la banda, y convocan también a un guitarrista largamente elogiado por La Ley, Pedro Frugone, quien se incorporaría de inmediato y formaría parte activa de la grabación de la siguiente placa, "Invisible" (1995), realizada en Los Angeles, con el reconocido Humberto Gatica como productor.
El disco es un instantáneo éxito –sólo en México vende en los primeros meses 400 mil copias- y uno de los trabajos más logrados de los chilenos. El larga duración agrupa canciones que se volverían clásicos incondicionales, como Animal, Día Cero y El Duelo, y que coronarían a Cuevas como letrista-poeta, que a menudo expresa con claridad y profunda belleza sus sentimientos sobre la paz, el amor, las relaciones, la espiritualidad o los complicados caminos de la humanidad.
El sucesor del exitoso "Invisible" fue "Vértigo" (1998), grabado en Nueva York, un disco que marcó tendencia dentro del rock en español por su concepto futurista. El advenimiento de "Vertigo" trajo consigo la partida definitiva de Aboitiz de la banda, y poco después, en medio del tour de presentación, la de Luciano Rojas. Las deserciones convierten a La Ley en el trío que, una vez más, fortalecido ante las contrariedades, conquistará el éxito definitivo de la mano de Cuevas, Clavería y Frugone.
Más sólida que nunca, la banda recibe el 2000 con el lanzamiento de "Uno", placa concebida entre Montreal, Canadá, y Los Angeles, y que demuestra la madurez de los tres músicos a nivel artístico. Las melodías adquieren en "Uno" (Aquí, Fuera de mí, Paraíso) una innegable calidad instrumental.
Finalmente, el 2001 sería el año de consolidación de la banda en Estados Unidos. Los estudios Disney los convocan para registrar –en español y en inglés- Siempre (o Everytime), tema central del filme Crazy/Beautiful, y la cadena MTV los invita a participar de su célebre ciclo de conciertos acústicos Unplugged, que se graba en vivo en Miami a fines de junio de ese año, nuevamente bajo la producción de Humberto Gatica y contando con la mexicana Ely Guerra como invitada para una exquisita versión de El Duelo.
Con aires místicos, íntimos, "La Ley Unplugged" es una travesía al corazón de la banda.La fuerte repercusión de la placa lleva al grupo nuevamente en un intenso tour –al que bautizan “Gira por la paz”- por toda América y España, y se presentan en eventos como el "Cacaracas Pop Festival", en el que actúan también Alanis Morissette y No Doubt.
Su penúltima placa de estudio, "Libertad", grabada bajo la producción de Humberto Gatica y KC Porter es un álbum que retoma el espíritu más poderoso del grupo y resucita –con letras intensas e instrumentos bien al frente- la idea de una banda de rock.
Historia e histeria es su ultimo album que incluye los grandes exitos de sus 15 años de carrera. Su primer corte "Mirate" es un tema que invita a la reflexión, de despertar de uno mismo y pensar que las cosas que ocurren en el mundo uno puede involucrarse y cambiarlas.
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